Por: JOSÉ ANTONIO SÁNCHEZ SUBEDITOR ELTIEMPO.COM | 9:56 a.m. | 26 de Marzo del 2011
Foto: Archivo Particular
Uno de los voceros de los ambientalistas explica cuáles son las reservas que tienen con el proyecto.
Jorge William Sánchez es un abogado ambientalista que nació en uno de los pueblos del páramo: Mutiusca. En este proceso de licencia ambiental para la Greystar se ha convertido en tercero interviniente. En esta entrevista explica su visión del proyecto.
¿Por qué desde su punto de vista es inconveniente desarrollar el proyecto de minería en el páramo de Santurbán?
Desde el punto de vista ecológico al páramo de Santurbán, al que conozco en sus detalles, es en realidad una verdadera fábrica de agua de los dos santanderes. Incluso, parte de esas aguas tributan al río Zulia que, a su turno, deposita su caudal en la República de Venezuela. Si es una reserva hídrica de gran importancia ese solo aspecto hace pensar que quienes nos beneficiamos de esas aguas deberíamos procurar su defensa.
¿Cuál sería la afectación concreta que tendría el páramo de Santurbán, con sus cuencas y micro cuencas, si se llega a aprobar la explotación del oro en el lugar?
La afectación puede ser de distinto grado. Primero, el material que se piensa extraer de esos cráteres inmensos que piensa hacer la Greystar en la zona de páramo, que podrían llegar a tener un kilómetro de diámetro y que van a hacer producto de masivas explosiones de dinamita, ese material se tritura y se lleva a unas pilas de lixiviación, donde son tratadas con agua que obviamente se capta de la región y agua a la que se vierte cantidades ingentes de cianuro. La Greystar dice que sus protocolos van a impedir que el agua se contamine, pero ese argumento en Santander y en mundo no cala, porque siempre existe el riesgo de un accidente o de un terremoto que colapse esa pila de lixiviación con todo el material contaminado terminará por afectar todo el material acuífero y llegará al área de Bucaramanga.
¿Tiene usted algún ejemplo en el mundo de esta clase de explotación minera que haya fracasado en el mundo?
Lo que sí tengo claro es que la tendencia mundial es a eliminar por completo el tratamiento o el manejo del oro o de los minerales preciosos con este tipo de productos químicos o de metales pesados. Por lo menos, acá en Santander se desterró buena parte de la utilización del mercurio que es mucho más letal que el cianuro, que se sigue usando. La Comunidad Europea y universidades importantes en los Estados Unidos propenden o buscan la eliminación del cianuro, por los riesgos que esto entraña.
Acá en Santander podemos mostrar un antecedente de que no son tan promisorias las propuestas de esta multinacional en la que tiene que ver con el manejo del impacto ambiental: hace pocos meses la Greystar cometió graves infracciones en el manejo del ambiente a tal punto de que fue sancionada con multa de 60 salarios mínimos por la Corporación de Defensa de la Mesa de Bucaramanga.
¿Qué tipo de infracciones cometió?
Básicamente en el manejo de taludes y otros aspectos técnicos descritos en la resolución. Fue mal manejo del protocolo ambiental que le impone o que le impuso a la Greystar la Corporación de Defensa de la Mesa de Bucaramanga y eso está en firme. La pregunta que yo me hago es: ¿si solo en la etapa de exploración están violando las normas ambientales, qué será en la etapa de explotación cuando los riegos aumentan?
¿Pero ellos dicen que su proyecto no va a tocar las cuencas y micro cuencas del páramo porque la mina estará al este de estos cuerpos de agua?
Ese argumento no es cierto porque ellos dicen que la parte del páramo que van a tocar es minúscula comparada con el área total. Lo que pasa es que el páramo es un solo ecosistema y es integrado: la mayoría de sus lagunas están todas intercomunicadas, lo que quiere decir que todas sus fuentes hídricas están relacionadas. Un solo frailejón que se toque está afectando a ese ecosistema que es uno solo. El proyecto es pavoroso, porque implica desde el inicio la remoción de la capa vegetal y ya hablé como esta capa es uno de los factores de equilibrio de este sistema hídrico.
Para terminar con el tema del agua, ellos dicen que van a entregar el agua tomada con un porcentaje muy bajo, inferior al que permiten las normas internacionales ¿por qué no aceptar este punto?
Desde el punto de vista teórico ese argumento podría ser válido en la medida en que se cumplan todos los protocolos, posiblemente ellos logren controlar el cianuro. Ellos hablan de un reciclaje en esas pilas de lixiviación, pero de todas maneras queda un remanente que se va a depositar en las aguas que terminan surtiendo el acueducto de Bucaramanga.
La Greystar dice que no tocan ni el río a Tona ni a Suratá...
Lo que pasa es que el río Suratá está previsto como una fuente alterna del acueducto de Bucaramanga, pero es que ese no es el riesgo. Estamos hablando es de desastres ecológicos en las famosos pilas de lixiviación, donde pueda llegar a producirse un desprendimiento de una montaña, como acaba de ocurrir el 4 de marzo. Pregúntese usted: qué ocurriría si por causa del invierno hay un desprendimiento en las faldas de una montaña donde van a estar ubicadas estas pilas o que tal un terremoto. El riesgo que colapse y que ese material se ponga en contacto con la capa vegetal y los acuíferos. En materia de seguridad no todo está dicho.
...Pero también lo podrían decir que los temores que hay a un temblor en el país no se puede frenar la inversión extranjera...
Ese es el argumento de la locomotora de la minería, de la confianza inversionista, que son argumentos que exhibe la Greystar, como el argumento de los derechos adquiridos que también podemos analizar en detalle desde el punto de vista jurídico, pero lo cierto del caso es que desde hace mucho tiempo la Corte Constitucional y la Constitución Política de Colombia habla de la necesidad de procurarle a los habitantes del país de un ambiente sano y de proteger esos ambientes. Este es un derecho fundamental. Además, habla y desarrolla la teoría de la precaución, es decir, cuando hay choques entre normas mineras con las ambientales deberán primar estas últimas.
Para alimentar la discusión, ¿esta es una zona de alto riesgo sísmico?
Santander está reconocido a nivel mundial como uno de los sitios donde más tiembla en el mundo. Nosotros tenemos el municipio de los Santos que es un sector donde se presentan sismos todos los días, porque por ahí pasa una falla que ahora no recuerdo cuál es...
En cuanto a la capa vegetal, la Greystar dice que la van a retirar, pero al mismo tiempo que la van a preservar, ¿qué opina de estos argumentos?
Es un argumento ridículo por no catalogarlo de otra manera. La sola remoción de la capa vegetal está causando ya un daño. Un frailejón puede demorar en crecer 100 años y eso está comprobado. El solo quitar la capa vegetal en sí ya es un daño, porque toda esa flora es una captadora de agua. Además, van a remover a punta de dinamita inmensas montañas de roca sólida. Esas explosiones van a producir sismos y microsismos que se pueden llegar a sentir hasta en Venezuela y es posible que dañe el lecho de algunas de las lagunas y el agua desaparezca.
Greystar ofrece una modificación del proyecto a uno subterráneo para que les permitan esa explotación, ¿es posible concertar o definitivamente se le debe cerrar la puerta a Greystar?
El proyecto de minería de cielo abierto en una zona de páramo es inconcebible así se le hagan algunos ajustes. Este ecosistema integrado se va a ver afectado por la extracción de oro así sea por el sistema de túnel o socavón. Para mí, sigue siendo desastroso, pero lo más importante es que la ley prohíbe la exploración y explotación en zona de páramos.
¿En cuál norma?
En el artículo 34 del actual Código de Minas en la última reforma, la Ley 1382 del 2010. Este artículo excluye de manera expresa la posibilidad de hacer explotación en la zona de páramo y un acto administrativo del Ministerio de Medio Ambiente, del año 2002, la Resolución 0769 define que los páramos son unos ecosistemas de una singular riqueza cultural y biótica y con alto grado de especies de flora y fauna fundamental. Define, además, que la zona de páramos es a partir de los 3 mil metros a nivel del mar. Al Gobierno de Juan Manuel Santos no le queda alternativa diferente que aplicar la ley. Tendrán que negar la licencia así propongan reformas al proyecto de Angostura.
Pero el artículo 34 original del Código Minero establece que sólo se podrán excluir proyectos mineros de las zonas de reserva forestal y en los parques naturales y Santurbán no ha sido declarado ni lo uno, ni lo otro...
Ese es un argumento de la Greystar y ahí viene a relucir el tema de los derechos adquiridos. La Greystar compró varios títulos mineros y después los reunió todos y logró que le dieran una concesión en la época del gobierno de Álvaro Uribe. La Greystar argumenta que eso le genera unos derechos adquiridos y que estos no pueden ser desconocidos. Si bien la reforma al Código Minero es reciente, tiene predominio la interpretación jurídica de la nueva redacción del artículo.
¿Qué ocurriría si el Gobierno decide acoger esta tesis? ¿Qué acciones legales emprendería usted?
Este tema nos va a ocupar durante siete años más, no se va a resolver en 15 días. Si conceden la licencia ambiental yo, como tercero interviniente, lo primero que hago es interponer los recursos administrativos que la ley me permite, específicamente del contencioso administrativo: reposición y apelación y finalmente la nulidad.
¿Acudiría a instancias penales y disciplinarias?
Si estos se resuelven desfavorablemente vienen acciones judiciales de carácter penal porque desconocer el artículo 34 del Código Minero, que define la zona de páramo, es en mi sentir un prevaricato. Es ir contra la ley. También se puede acudir a una acción popular.
¿Por qué defiende el páramo con tanto ahínco? ¿Qué provecho le saca a esto?
No saco ningún provecho de carácter patrimonial. Mi vinculación con el páramo es afectiva. Es un templo del silencio al que hay que respetar porque es sagrado.
JOSÉ ANTONIO SÁNCHEZ
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